Así funciona el cifrado de extremo a extremo que protege las conversaciones en Whatsapp
El cifrado de extremo a extremo no se limita a mensajes escritos. La tecnología empezó a implementarse en Ecuador a partir de 2016.

El cifrado de extremo a extremo es un servicio que ofrece Whatsapp para proteger las conversaciones.
Referencial Freepik.
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Actualizada:
22 nov 2025 - 08:00
En un contexto marcado por crecientes preocupaciones sobre privacidad digital, espionaje informático y filtraciones de datos, la protección de las comunicaciones se ha convertido en una prioridad para millones de usuarios.
WhatsApp, la aplicación de mensajería más utilizada en Ecuador y en buena parte del mundo, ha basado su promesa de seguridad en una tecnología clave: el cifrado de extremo a extremo. Aunque este término se ha vuelto común en discusiones sobre protección de datos, su funcionamiento real sigue siendo desconocido.
El cifrado de extremo a extremo (E2EE, por sus siglas en inglés) no es un mecanismo superficial ni una simple capa adicional de seguridad; se trata de un sistema diseñado para que solo los dispositivos de los usuarios involucrados en la conversación puedan acceder al contenido. Incluso si un tercero intercepta los mensajes durante la transmisión, estos llegarían como datos incomprensibles. Esta tecnología comenzó a implementarse en WhatsApp en 2016 y, desde entonces, se ha convertido en el núcleo de su política de privacidad.
Un candado digital para cada mensaje
Cada vez que un usuario envía un mensaje en WhatsApp —sea texto, foto, audio, video o documento—, la aplicación genera automáticamente una clave única que sirve como candado digital. Esa clave no se almacena en servidores externos, sino en los dispositivos del emisor y del receptor.
El mensaje sale del teléfono ya cifrado, lo que significa que viaja convertido en una secuencia de números sin sentido. Ni siquiera los servidores de WhatsApp pueden leerlo, pues su papel se limita a transportar esos datos hasta el destinatario. Si alguien intentara interceptar esa comunicación en tránsito, solo vería información encriptada.
El sistema de claves: cómo se protege la conversación
WhatsApp utiliza un protocolo de cifrado desarrollado por Open Whisper Systems, conocido como Signal Protocol, considerado uno de los estándares más seguros del mundo. Este sistema emplea dos tipos de claves principales:
- Clave pública, que el dispositivo comparte para permitir que otros le envíen mensajes cifrados.
- Clave privada, que permanece almacenada exclusivamente en el teléfono del usuario y nunca abandona ese dispositivo.
Cuando dos personas conversan, sus aplicaciones intercambian claves públicas para poder cifrar la información. Pero el descifrado se realiza exclusivamente con la clave privada del receptor. Esto asegura que solo el dispositivo autorizado pueda abrir los mensajes.
Protección continua y renovada
Una de las características más relevantes del Signal Protocol es que las claves se actualizan constantemente. Cada mensaje genera un nuevo código de seguridad, lo que impide que un atacante pueda descifrar conversaciones completas incluso si, hipotéticamente, obtuviera acceso a un fragmento del intercambio.
Este proceso se denomina “cifrado hacia adelante” (forward secrecy), y garantiza que cada mensaje esté protegido de manera independiente.
Llamadas, videollamadas y copias de seguridad
El cifrado de extremo a extremo no se limita a mensajes escritos. Las llamadas y videollamadas también se transmiten cifradas, convirtiendo la voz y la imagen en datos codificados que solo pueden interpretarse en los dispositivos involucrados.
Sin embargo, hay un matiz clave: las copias de seguridad en la nube (Google Drive o iCloud) no siempre estuvieron cifradas de extremo a extremo. Desde 2021, WhatsApp ofrece la opción de activarlo, pero si el usuario no lo hace, el contenido almacenado en la nube sí podría ser accesible para terceros, ya que depende de la seguridad del servicio externo.
Por eso, los especialistas recomiendan activar esta función para mantener la protección integral del historial de chats.
¿Por qué no se pueden filtrar conversaciones desde WhatsApp?
Dado que la empresa no posee las claves privadas necesarias para descifrar los mensajes, no tiene la capacidad técnica de acceder al contenido de ninguna conversación. Esto significa que:
- WhatsApp no puede leer mensajes almacenados en sus servidores.
- No puede entregarlos a gobiernos, operadores o terceros, incluso si estos lo solicitan.
- No puede reconstruir conversaciones antiguas sin acceso físico al dispositivo del usuario.
Cuando se han reportado filtraciones de chats en distintos países, estas casi siempre se originan por accesos al teléfono del usuario (por pérdida, hackeo, descargas de respaldo o capturas de pantalla), no por vulneraciones al cifrado. El eslabón débil: el dispositivo
La protección del cifrado termina en el punto donde intervienen los usuarios. Si un teléfono no tiene contraseña, si se instala software malicioso o si alguien accede físicamente al móvil, las conversaciones pueden quedar expuestas. Por ello, los expertos enfatizan que la seguridad depende tanto del cifrado como del manejo responsable del dispositivo.
Una tecnología que llegó para quedarse
El cifrado de extremo a extremo se ha convertido en un estándar de seguridad adoptado por aplicaciones como Signal, Telegram (en chats secretos) o iMessage. En el caso de WhatsApp, su implementación masiva —más de 2 000 millones de usuarios— lo ha vuelto una pieza clave en la defensa de la privacidad global.
Mientras avanza el debate internacional sobre privacidad, vigilancia y protección de datos, esta tecnología se mantiene como uno de los pilares más sólidos para impedir la filtración de conversaciones. Entender cómo funciona permite dimensionar los alcances reales de la seguridad digital en la vida cotidiana.
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